En primer lugar, salpimentamos el pato previamente troceado. Una vez lo tenemos salpimentado, lo vamos pasando por una sartén trozo a trozo para quitar el exceso de grasa y lo colocamos en una cazuela. Añadimos aceite y un poco de grasa de cerdo. Posteriormente, introducimos en la misma cazuela una cebolla, un tomate, dos ramas de canela y un ramillete de tomillo, y lo dejamos cocinarse con el fuego lento.
Cuando veamos que el pato ha cogido color, añadimos un poco del caldo que habremos preparado previamente con los menudos del pato, y lo dejamos cocer a fuego lento durante dos horas. ¡Recuerda ir removiendo de vez en cuando!
Mientras se cuece el pato, partimos las peras en 4 trozos y las sofreímos en aceite. Con el pato ya casi cocido, incorporamos las peras en la cazuela y dejamos que se cocine todo junto durante media hora más. De ese modo, las peras quedarán tiernas y cogerán el sabor del pato.
¡Bon apetit!