Todos (o casi todos) tenemos por casa algún mantel hecho a ganchillo que nos heredaron o regalaron en algún momento y no sabemos dónde ponerlo. Pues bien, aquí va mi consejo: preparar cola, agua y un cuenco del tamaño aproximado del mantel en cuestión. Mezclar la cola con el agua, de a poco y que no quede muy líquido. Remojar el mantel en esa mezcla hasta que quede empapado. Luego poner el cuenco boca abajo y el mantel encima dándole la forma del cuenco (que quede derecho ya que tomará su forma). Dejarlo secar un par de días y listo.
Una vez seco ya tenemos un nuevo y único accesorio de cocina. Puedes poner en él fruta, nueces, huevos, pan, flores secas, lo que quieras, porque se mantendrá erguido. Eso sí, evita que se moje. Espero lo hagas y disfrutes de tu creación.