La lavadora es un electrodoméstico casi imprescindible en cualquier hogar y como su uso es bastante frecuente, nos hemos preguntado: ¿es posible ahorrar agua (y dinero) al hacer uso de ella?
La respuesta es sí, con algunos truquillos:
1) Espera a tener suficientes prendas sucias antes de ponerla en marcha. Aunque parezca obvio, conviene recordar que hay que esperar a tener una carga completa antes de darle al botón de inicio.
2) Tampoco conviene llenarla en exceso, porque sino la ropa no gira bien y no se limpia correctamente. Lo recomendable es que exista una separación de unos 10 centímetros entre la colada y el tambor.
3) Utiliza la dosis adecuada de detergente, la que indica el fabricante según el tipo de suciedad, carga y tipo de agua de tu zona.
A ser posible, utiliza un detergente de calidad eficaz incluso a baja temperatura, como WiPP Express fórmula Coldzyme. Su nueva fórmula incorpora poderosos agentes quitamanchas que son activos incluso en agua fría, liberando su alto poder de lavado desde el inicio del ciclo.
4) Siempre que puedas, decántate por un programa rápido y que emplee agua fría (así ahorrarás agua y la electricidad necesaria para calentarla).
De esta forma, verás cómo tus pequeños gestos del día a día tienen una huella en la factura ecológica y económica de tu hogar.
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