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Si te gustan las plantas (y aunque no se te den muy bien), seguro que sabes que necesitan agua con frecuencia. Claro, cada una es un mundo: un cactus aguanta lo que le eches, pero la albahaca, por ejemplo, pide agua casi a diario. Por eso, tener un pequeño plan de riego siempre viene bien. ¿Y si te dijera que puedes usar agua de lluvia para eso? Es una forma sencilla, ecológica y muy práctica de regar las plantas. Si te ronda la idea de cómo recoger agua de lluvia en casa, sigue leyendo, que aquí te cuento cómo hacerlo paso a paso. Y si además estás pensando en montar tu propio huerto ecológico en casa , esta idea te va a venir genial.
Para recoger agua de lluvia necesitas algo que también te sirva para guardarla. Lo más fácil es usar un cubo, una garrafa grande o una regadera con bastante capacidad. Solo tienes que ponerlos bajo las canaletas o bajantes del tejado: ahí es donde se concentra el agua cuando llueve, y normalmente se perdería por el desagüe o se filtraría en el suelo.
Otra opción es colocar varios recolectores de agua lluvia caseros por el jardín. No es tan eficiente como usar canaletas, pero funciona muy bien si no tienes ninguna instalación especial. Lo importante es no dejar escapar ni una gota.
Aunque parezca que recoger agua de lluvia en casa no requiere mucho trabajo, hay algunos detallitos que conviene tener en cuenta para que todo funcione bien y el agua se mantenga en buenas condiciones durante todo el año.
Si solo tienes un recipiente, lo ideal es limpiarlo al menos una vez al año. Puedes hacerlo cuando le toca al jardín su puesta a punto. Y si aprovechas una temporada seca, será mucho más fácil porque seguramente el depósito esté vacío y no tendrás que tirar agua. Busca cuándo llueve menos en tu zona y así te organizas mejor.
También puedes tener un par de recipientes e ir rotándolos. Mientras uno se llena con la lluvia, limpias el otro y los intercambias cuando toque. Así tienes siempre agua limpia y lista para usar.
Eso sí, no te olvides de revisar las canaletas de vez en cuando. Si están llenas de hojas o suciedad, el agua no llegará limpia al recolector. Colocar el recolector de lluvia casero en la sombra también ayuda a que el agua no se estropee tan rápido. Y si puedes, úsala a menudo: así evitas que se quede estancada. Ah, y después de regar tus plantas, no está de más lavarse bien las manos.
Y un apunte importante: el agua de lluvia no es lo mismo que el agua gris (como la del lavabo o la ducha). Si recoges ambos tipos, guárdalos por separado. Así sabrás exactamente cómo utilizar el agua de lluvia en tu casa y aprovecharla al máximo sin complicarte la vida. Este tipo de pequeños gestos también ayudan a cuidar el medio ambiente desde casa , ¡todo suma!
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