Acciones para reducir la huella de carbono desde casa

Para frenar el cambio climático y proteger nuestro entorno, es importante reducir las emisiones de CO2. Pero ¿qué significa esto exactamente? Te explicamos qué factores influyen en la huella climática y qué puedes hacer tú para mejorarla.

¿Por qué es importante reducir la huella de carbono? Los gases de efecto invernadero como el CO₂ se generan principalmente por la quema de combustibles fósiles. El problema es que el petróleo, el gas y el carbón siguen siendo las principales fuentes de energía para la producción de electricidad y calefacción. En España, cada persona emite de media unas siete toneladas de CO₂ al año, una cifra que sigue siendo demasiado alta si queremos frenar el cambio climático. Es hora de actuar y reducir nuestras emisiones para proteger el planeta.

Nuestros hábitos de consumo influyen de forma decisiva en nuestra huella de carbono. Los materiales utilizados en nuestra ropa y objetos, las condiciones de cultivo y producción de nuestros alimentos, así como los largos trayectos de transporte, son algunos de los principales factores. Según cálculos de la Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania, gastar unos 300 euros al mes en ropa y otros bienes materiales puede generar unas tres toneladas de CO₂ al año, lo que supone aproximadamente un tercio de tu huella de carbono individual.

Por eso, el consejo más efectivo para reducir la huella de carbono: consume menos. Aprovecha, cuida y repara lo que ya tienes, y date un capricho solo de vez en cuando. Si necesitas algo nuevo, intenta optar por moda sostenible o productos electrónicos fabricados de forma ética. ¿Te parece raro? Te sorprenderá cuánto dinero (y CO₂) puedes ahorrar si compras menos, pero de mayor calidad.

Si quieres reducir tu huella de carbono es fundamental que revises también tu alimentación. La carne y los productos lácteos están entre los alimentos con mayor impacto climático: un kilo de carne de vacuno genera unos 13 kilos de CO2, y un kilo de mantequilla, incluso 23. Aunque los productos ecológicos suelen tener un mejor balance, lo más respetuoso con el clima es reducir el consumo de alimentos de origen animal.

También puedes reducir aún más tu huella de carbono si eliges productos de temporada y de proximidad. Frutas y frutos secos importados como el aguacate o los pistachos, aunque son populares, no son precisamente sostenibles si se consumen con frecuencia. Lo ideal es comprar en mercados locales o de barrio. Otras alternativas son las tiendas ecológicas locales y los supermercados a granel.

En España, el aire acondicionado se ha vuelto indispensable en muchos hogares durante los meses de calor. Sin embargo, un uso poco eficiente puede disparar tanto el consumo eléctrico como las emisiones de CO₂. Con estos consejos puedes refrescar tu casa sin dañar el planeta y, además, tu bolsillo te lo agradecerá:

• 20 °C en las habitaciones y 18 °C en el dormitorio son más que suficientes. Cada grado de menos aumenta el consumo energético.
• Ventila a primera hora de la mañana o por la noche, cuando la temperatura exterior es más baja.
• Mantén las ventanas cerradas, baja las persianas o cierra las cortinas durante las horas más calurosas del día.
• Apaga el aire acondicionado cuando salgas de casa.
• Usa temporizadores o termostatos programables para ajustar el funcionamiento a tus horarios.
• Un buen aislamiento evita que el calor entre y que el aire frío se escape: revisa puestas, ventanas y persianas.

Si deseas consejos sobre cómo refrescar tu casa sin aire acondicionado de manera eficiente y sostenible, visita nuestro artículo completo aquí.

Reducir tu consumo eléctrico también ayuda a reducir la huella de carbono, tanto en casa como en tu vida diaria. Aquí van algunos consejos prácticos:

• Cámbiate a una compañía de electricidad que ofrezca energía 100 % renovable.
• Sustituye los electrodomésticos antiguos por modelos nuevos con etiqueta energética A+ a A+++.
• Apaga las luces en las habitaciones que no estés usando y utiliza regletas con interruptor para desconectar por completo los aparatos eléctricos.
• Usa bombillas LED de bajo consumo.
• Ajusta correctamente la temperatura del frigorífico (entre 4 °C y 6 °C).
• Pon el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos y selecciona programas ecológicos. Para ahorrar aún más, descubre cuándo es el mejor momento para poner la lavadora.
• La secadora consume mucha energía: siempre que puedas, tiende la ropa al aire libre.

Nuestros medios de transporte tienen un gran impacto en el medio ambiente. Para ahorrar CO₂, es fundamental evitar siempre que se pueda los vuelos y los viajes en coche. Los coches eléctricos, la bicicleta o el transporte público son opciones mucho más sostenibles. Cuando más lejos esté tu lugar de trabajo de casa, más emisiones puedes reducir al elegir alternativas ecológicas. Para viajes largos, cambiar el avión por el tren o el autobús interurbano es un gran favor para el planeta. Además, los vuelos de corta distancia son especialmente contaminantes. La opción más respetuosa con el clima es hacer más vacaciones en tu propia región y reducir la frecuencia de los viajes largos, pero haciéndolos más prolongados.

El uso de Internet genera tanta contaminación por CO₂ como todo el tráfico aéreo mundial junto. Puedes ayudar a reducir estas emisiones si ves menos películas y series en streaming, haces búsquedas online solo cuando realmente las necesites y usas buscadores sostenibles como Ecosia.

Existen muchas formas de ahorrar CO₂ en el día a día. En la oficina y en la rutina diaria, estas medidas también son útiles:

• Utiliza pantallas más pequeñas y apaga completamente los dispositivos electrónicos en lugar de dejarlos en modo espera.
• Borra correos electrónicos y datos almacenados en la nube con regularidad para reducir el consumo de espacio y energía.
• Invierte tu dinero en fondos y productos financieros sostenibles.
• Usa papel y papel higiénico reciclado.
• Separa correctamente los residuos para facilitar su reciclaje.
• Llevar un estilo de vida Zero Waste, con el mínimo de embalajes y residuos, ayuda aún más a reducir las emisiones de CO₂.