Consejos para organizar y almacenar alimentos

Hay algunos alimentos que todos tenemos siempre en casa, aunque no los usemos a diario. En esta lista no faltan los productos secos como pasta, legumbres y arroz, así como algunos ingredientes para hornear como harina o azúcar y aquellos para condimentar, como sal o especias. 

Estos alimentos se almacenan a temperatura ambiente y tienen una vida útil prolongada, aunque ya los hayamos abierto. Lo ideal en este caso es guardarlos en recipientes bien cerrados y mantenerlos en armarios secos o lugares oscuros. Lo mismo aplica a los alimentos conservados en latas o frascos al vacío, que apenas nos exigen atención. Cualquier estante en el armario de la cocina o la despensa es buen lugar, siempre que esté alejado del sol directo o de las fuentes de calor. 

Algunos productos frescos, como las patatas, las cebollas, algunas frutas o los limones también pueden conservarse en buen estado durante un tiempo a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.

¿Y los huevos? ¿Tú también te preguntas por qué metes los huevos en la nevera si en el súper están fuera? Un poco más abajo te damos la respuesta.

La regla general para conservar correctamente los alimentos es guardar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. Sin embargo, guardar en un sitio fresco no significa que se deban guardar todos los alimentos en la nevera o refrigerador, al contrario. Algunos alimentos se estropean más rápido dentro de la nevera. Y en cambio hay muchos alimentos, que sí o sí, solo se mantienen frescos durante unos días si los guardamos en el frigorífico. Entonces... ¿armario de cocina, frigorífico o congelador: dónde es mejor almacenar cada alimento? Echa un vistazo a nuestra lista.

Los alimentos secos se conservan mucho tiempo si están bien protegidos de la luz y la humedad. Guárdalos en su embalaje original o en frascos o contenedores de almacenamiento bien cerrados en el armario de la cocina. Estos alimentos se conservan perfectamente en estas condiciones:

• Pasta
• Arroz
• Sal
• Azúcar
• Harina
• Sopas instantáneas
• Hierbas secas
• Especias
• Té y café
• Aceite
• Cacao en polvo
• Pan tostado
• Galletas
• Miel
• Mermelada
• Chocolate

Algunas frutas también se conservan mejor a temperatura ambiente (o pierden algo de su aroma en el frigorífico o no maduran). Entre otros:

• Limones, naranjas y otros cítricos
• Aceitunas frescas
• Aguacate
• Plátanos
• Tomates (en la nevera no maduran y pierden su sabor en el frigorífico)
• Hierbas frescas (marchitas)
• Cebollas (en la nevera tienen riesgo de moho)
• Patatas (en la nevera germinan más rápido y pierden el sabor)

Si se conservan correctamente los productos en la nevera, colocándolos en las áreas apropiadas, los siguientes alimentos se mantendrán frescos durante varios días. Eso sí, para que este electrodiméstico cumpla con su noble tarea de enfriar es importante limpiar la nevera y hacerle el mantenimiento correspondiente. Estos productos deben almacenarse en la nevera siempre:

• Mantequilla
• Queso
• Leche
• Requesón y yogur
• Salchichas
• Pescado
• Carne
• Comida enlatada abierta
• Sobras de platos cocinados
• Pepino, lechuga y otras verduras verdes
• Papas
• Huevos. Si bien podemos dejarlos fuera del frigorífico unos días sin comprometer su calidad, en general es recomendable (si no se van a consumir en los siguientes 2/3 días) meterlos en la nevera, sobre todo el verano porque existe riesgo de alcanzar en el hogar temperaturas que puedan echarlos a perder. 

El congelador es un buen aliado para guardar alimentos frescos durante más tiempo y recurrir a ellos cuando se necesite más adelante, sin que se altere su sabor y calidad. Los siguientes alimentos son aptos para congelar:

• Carne 
• Pescado 
• Mantequilla
• Arroz cocido 
• Hierbas de cocina como perejil
• Pan y bollo
• Verduras, frutas y hortalizas (¡menos las patatas!)

Esperamos que este artículo te sirva de check list o guía para saber cómo almacenar y conservar los alimentos y así evitar malgastar. Una buena práctica para no desperdiciar comida ni gastar de más es revisar cada 3 o 4 meses la despensa, la nevera y el congelador y mirar las fechas de caducidad de los productos. De esta forma, podrás planificar tus menús en función de ello y no tirarás comida (ni dinero).